Los Maestros de la Robotecnia - Southern Cross

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Capitulo 1

Aquellos que se sorprendieron con la elecci�n de Dana Sterling sobre su elecci�n de una carrera militar mostraba, no solo la falta de comprensi�n sobre Dana sino tambi�n la falta para comprender la naturaleza de la Protocultura y como modela el destino.
Despu�s de todo, ya como una simple beba en brazos, Dana jug� una importante parte en una batalla en la Primera Guerra Robotech, el ataque para tomar el sat�lite fabrica Zentraedi; con dos de los mas grandes guerreros en la historia como padres, �era alguna sorpresa que ella siguiera la tradici�n guerrera?. Pero m�s importante, Dana es la �nica descendiente de una pareja compuesta por un Humano y una Zentraedi sobre la Tierra, y la Protocultura estaba trabajando fuertemente a trav�s de ella. Ella esta destinada a ser el centro del conflicto que estaba en curso y que la Protocultura ha modelado, y eso significa ser un soldado Robotech en crecimiento.

Dr. Lazlo Zand, notas para Horizonte Lejano: Perspectivas sobre Dana Sterling y la Segunda Guerra Robotech.

Era una fecha que cada alumno conoc�a, por lo tanto para algunos su significado se hab�a hecho algo confuso.

Pero no para las personas reunidas en el auditorio de la Academia Militar de la Cruz del Sur. Muchos de los veteranos en el escenario y entre el staff de profesores de la academia sab�an el significado de la fecha porque ellos la hab�an vivido. Todos en la clase graduada reverenciaban la tradici�n de sacrificarse y el coraje que representaba, una tradici�n que les hab�a sido inculcada a ellos hoy.

"Hoy celebramos no s�lo su logro como la primera clase graduada de la Academia," dec�a el Comandante Supremo Leonard, mirando fijo a los j�venes hombres y mujeres sentados en fila frente a el. "Tambi�n celebramos la memoria de las valientes personas que sirvieron a la defensa de nuestro planeta antes que ustedes."

Leonard continu�, resumiendo el �ltimo gran enfrentamiento de la Guerra Robotech. Si se hubiera detenido en medio de la oraci�n, y se�alado a cualquiera de los cadetes graduados, y preguntado para que sigan la historia, el graduado lo hubiera hecho con mas detalles y precisiones.

Todos lo sab�an de coraz�n: como el Almirante Henry Gloval hab�a elevado el oxidado SDF-1 al aire para una confrontaci�n final con el psic�pata dios de la guerra Zentraedi, Khyron, y hab�a muerto en el infierno de aquella batalla.

Tambi�n sab�an el alto honor alcanzado por las mujeres del puente que hab�an muerto con �l: Kim Young; Sammie Porter; Vanessa Leeds (todas t�cnicas enlistadas, apenas un poco mas viejas que cualquiera de los cadetes) y la Comandante Claudia Grant.

Sentada al final de la fila de su escuadr�n, la Cadete Mayor Dana Sterling miraba las caras de las personas a su lado. Uno, con la piel de color miel oscura, estaba en la luz que proven�a del escenario. Dana pod�a ver que Bowie Grant (sobrino de la Comandante Claudia Grant y el amigo mas cercano de Dana desde su infancia) no demostraba emoci�n alguna.

Dana no sabia si estar contenta o preocupada. Arrastrar el nombre de un h�roe del GTU pod�a ser una dif�cil carga de llevar, eso bien lo sabia Dana.

Leonard sigui� hablando sobre los actos desinteresados de hero�smo y sobre pasar la posta a un cuarto lleno de cadetes, ninguno de los cuales hab�a alcanzado los veinte. Los hab�an instruido sobre eso por a�os, y estaban retorci�ndose en sus asientos, deseosos de ponerse en movimiento, para ir a cumplir con sus primeras asignaciones.

O al menos, la mayor�a se sent�a as�; mirando a los dem�s, Dana pudo ver una mirada de decepci�n en la cara de Bowie.

Leonard, con su cabeza de bala afeitada, grande como un oso y cubierto de medallas, sigui� hablando hasta el final sin decir nada nuevo. Era casi tonto para el decirle a los presentes que la Tierra, que se estaba reconstruyendo lentamente desde hacia diecisiete a�os desde el fin de la Guerra Robotech (quince desde que Khyron el Traicionero hab�a lanzado su ataque suicida) era un lamentable mundo feudal. �Quien podr�a saberlo mejor que los j�venes que hab�an crecido en el?

�O eso deb�a ser una lealtad al bien com�n y una dedicaci�n al brillante futuro de la humanidad? �Quien tenia mas dedicaci�n que los j�venes hombres y mujeres sentados ah�, quienes hab�an jurado servir a la causa y probado su determinaci�n por duros a�os de pruebas y entrenamientos sin piedad?

Al final, gracias a Dios, Leonard hab�a terminado, y era tiempo de jurar. Dana le presto atenci�n a su escuadr�n, una unidad que hab�a empezado como una compa��a tres a�os antes.

Dana estaba parada derecha y llena de orgullo, una joven mujer con un arremolinado y ondulado cabello rubio, de estatura promedio para una cadete femenina y con unas largas piernas con curvas bien definidas. Tenia ojos azules, era pecosa, tenia una nariz peque�a y estaba cansada de que la llamaran "dulzura". Fijado en su melena rubia, sobre su oreja izquierda, hab�a un accesorio de moda apropiado para que su cabello se quedara bien moldeado.

La primer clase graduada recibi� sus asignaciones a medida que sub�an al escenario para aceptar sus diplomas. Dana se dio cuenta que estaba reteniendo su aliento, esperando, esperando.

Luego el supremo comandante estaba ante ella, un hombre demasiado rollizo, cuyo cuello sal�a por sobre su ajustado cuello. Tenia unas cejas acampanadas y una mano que pod�a envolverla. Pero a pesar de lo que las personas de Relaciones Publicas del GTU dec�a acerca de �l, ella lo encontraba desagradable. Leonard hablaba sobre los combates pero tenia muy poca experiencia en el combate real; era mejor como pol�tico y negociador.

Dana estaba tratando de ocultar su superficial aliento mientras se alejaba del demasiado h�medo apret�n de manos de Leonard y se dirig�a al ayudante que tenia la misi�n de decirle a los nuevos graduados sus primeras asignaciones.

El ayudante frunci� el ce�o ante la impresi�n de la computadora. Luego mir� con desprecio a Dana, mir�ndola con desaprobaci�n.

"Felicitaciones. Usted tiene el Quinceavo escuadr�n, Alpha Tactical Armored Corps," dijo con desd�n.

Dana hab�a aprendido como ocultar sus emociones y reacciones en la academia; ella era una experta en ese tema. Por lo tanto ella no grito de alegr�a o arroj� su diploma al aire para festejar.

Estaba en un aturdimiento mientras se recostaba en su asiento y su escuadr�n detr�s de ella. �Los ATACs! �El 15vo escuadr�n! �Hovertanks!

Dejen a los otros probar los trabajos tranquilos, f�ciles del ejercito o los trajes de piloto clamorosos; hoy en d�a las unidades reforzadas eran los filos cortantes de la Robotecnologia, y el diente y la garra del Ejercito de la Cruz del Sur del Gobierno Unido de la Tierra.

Y el 15vo tenia la reputaci�n de ser uno de los mejores, si no el mejor. Gracias a su temerario l�der, el Primer Teniente Sean Phillips, se hab�an convertido en no solo en uno de los mas condecorados sino tambi�n en uno de los mas llamados para cortes marciales (un verdadero escuadr�n-oveja negra ).

Dana penso que era el lugar justo para ella. Se hab�a graduado como la mejor de su clase, con r�cords y honores que serian dif�ciles de superar, sino fuera por ciertas debilidades, lapsos disciplinarios, y ri�as con la Polic�a Militar. Ella sabia que la mayor�a de eso no era realmente su culpa. Del modo que la mayor�a de la gente lo ve�a, ella hab�a entrado a la Academia con varios puntos en su contra, y hab�a tenido que pelear contra esos todo el camino.

Los cadetes que la llamaban "mestiza", usualmente aparec�an boca abajo, sangrando y con Dana arrodillada sobre ellos. Los instructores que la trababan como un simple cadete, luego se daban cuenta que ten�an una brillante e impulsiva alumna; aquellos que daban alguna se�al de desprecio por su origen, se daban cuenta que su rango no era ninguna protecci�n.

Cadetes y oficiales se despertaban colgados por montacargas de astas de banderas... el cuartel de un sargento era sellado misteriosamente con �l dentro... la fiesta de la hija de cierto coronel era animada por una visita de una docena de chimpanc�s, mandriles, y orangutanes provenientes del Centro de Investigaciones de Primates de la academia... y muchas otras cosas mas.

Dana se dio cuenta que cabr�a perfectamente dentro del 15vo.

Se dio cuenta que no sab�a donde estaba yendo Bowie. Se sent�a un poco avergonzada por estar disfrutar de su buena fortuna y haberse olvidado de el.

Pero cuando se dio vuelta, Bowie estaba contemplando la fila que estaba delante de ella. Practico su guapa sonrisa, pero hab�a una resignada mirada en ella. Alzo su mano y le mostr� los cinco dedos bien abiertos, una, dos y tres veces.

Dana retuvo su respiraci�n. El tambi�n hab�a sido asignado al 15vo.

Bowie no aprecia estar demasiado euf�rico. Cerro su mano y paso su dedo mayor sobre su garganta en una silenciosa se�al de ruina, mientras la miraba con tristeza.



El resto de la ceremonia aprecia seguir por siempre, pero al final los graduados fueron descartados por unos d�as de descanso antes de reportarse a sus nuevas unidades.

De alguna manera Dana perdi� a Bowie entre la multitud. El no tenia familiares o amigos entre la multitud; pero ella tampoco. Todos los familiares sangu�neos que ten�an se hab�an ido hacia a�os en la importantisima misi�n del SDF-3, que intentaba encontrar a los Maestros de la Robotecnia en alg�n rinc�n de la galaxia.

El �nico adulto que era cercano a Bowie y Dana, el Mayor General Rolf Emerson, estaba llevando a cabo la inspecci�n de las fuerzas de defensa orbitales y le era imposible estar en la ceremonia. Durante un tiempo de su infancia, Dana hab�a tenido tres extra�os pero queridos padrinos, pero ya hab�an muerto.

Dana sinti� un de ataque de envidia de los ex cadetes que estaban rodeados de sus padres, hermanos, y vecinos. Se sac� ese pensamiento de su cabeza; irritada por el breve momento de auto compasi�n; Bowie era toda la familia que tenia ahora. Se fue para encontrarlo.

Aun luego de tres a�os en la Academia, Bowie era un soldado raso, algo que el consideraba una especie de marca personal que lo hacia sentir orgulloso.

Aun as�, tenia un espacioso cuartel para si mismo; no hab�a una falta de espacio en las barracas, el tama�o de los cuarteles hab�a disminuido dr�sticamente desde el d�a de admisi�n. De los doce mil j�venes que empezaron en la clase de Bowie, un poco mas de dos mil permanecieron hasta el fin. El resto hab�a desaprobado y se hab�an ido a casa, u obtenido una performance insatisfactoria y hab�an sido resignados fuera de la Academia.

Muchos de estos hab�an sido enviados a milicias regionales, o "promovidos" a varios trabajos de bajo inter�s militar. Otros se hab�an convertido en parte del colosal esfuerzo para reconstruir y revivir a la maltratada Tierra, una lucha que hab�a durado una d�cada y media y no hab�a ninguna duda de que continuar�a por varios a�os m�s.

Pero comenzando con la clase de hoy, los graduados de la Academia comenzaran a llenar los rangos de las Unidades Cosmicas, Fuerzas Aereas Tacticas, Cuerpos Armados Tacticos Alpha, y los otros componentes de la Cruz del Sur. El enlistamiento continuar�a y eventualmente todos los oficiales y los enlistados serian las personas que hab�an acudido a la Academia o otra como esta.

La Robotecnologia, especialmente la segunda generaci�n que estaba poni�ndose actualmente en uso, requer�a un intenso entrenamiento y practica de parte de los operadores-guerreros humanos. Era otra era en la historia de la humanidad cuando los soldados-ciudadanos ten�an que dejar su lugar a los profesionales.

Y de alguna manera Bowie (quien nunca hab�a querido servir como un soldado) era un miembro de esta nueva elite militar, encomendado con la responsabilidad de servir y guardar a la humanidad.

Solo, �hubiera sido muchisimo mas feliz tocando el piano y cantando por mi comida en un peque�o antro!

Lleno de desilusi�n, Bowie descubri� que aun sus preciados discos de Minmei no pod�an levantarle el esp�ritu. Escuchar "We will win" no ayudaba mucho a un joven que no quer�a tener nada que ver con la guerra.

�C�mo podr� vivir esta vida a la que me est�n forzando?

Punte� su guitarra una o dos veces, pero fue in�til. Se asom� a la ventana para observar la pradera, recordando cuantas horas desagradables hab�a perdido all� afuera cuando son� la se�al proveniente de la puerta. Baj� el sonido del sistema de la puerta, se apoyo sobre el marco de la misma, y presiono el interruptor para que se abriera la puerta.

Dana estaba parada ah� en una glamorosa pose, sobre las puntas del pie con sus manos apoyadas detr�s de su rubia cabellera. Lo golpeo con los listones que tenia en sus manos.

"Bowie, era hora. �C�mo te esta yendo?". Entro a su habitaci�n, con sus manos aun detr�s de su cabeza.

Gru�o, diciendo, "Bien", y cerr� la puerta.

Ella ri� mientras miraba hacia la pradera que se ve�a por la ventana. "�Seeguro! Soldado Grant, �con quien crees que estas bromeando?"

"�Est� bien, entonces estoy deprimido!"

Ella se acerco y le inclino un poco la cabeza para aceptar su honestidad. "Gracias y �por qu� estas deprimido?"

Se desplomo sobre la silla con sus pies sobre una mesa.

"Por la graduaci�n, supongo."

Ambos usaban uniformes blancos tallados al cuerpo con botas negras y ribetes negros que los hac�an parecen uniformes de equitaci�n. Pero sus parches de cadete se hab�an ido, y sobre el torso de Dana hab�an unas tiras que cruzaban todo el torso (de cuero anaranjado) y que en el hombro se ve�a la insignia de su flamante rango, segundo teniente, y el estandarte de la Cruz del Sur. Negras bandas sobre sus b�ceps mostraban, oscuros logos militares que llevaban los mecanismos de la Academia; aquellos que pronto serian asociados a los brazos de los miembros del ATAC.

Dana que estaba sentada sobre la cama, con sus rodillas cruzadas, sosteniendo la guitarra despreocupadamente. "Bowie es natural sentirse deprimido; yo tambi�n lo estoy." Mientras produc�a un gentil acorde.

"Solo lo estas diciendo para hacerme sentir mejor."

"Es la verdad. El Blues de la Graduaci�n es tan viejo como la educaci�n." Lanzo otro acorde. "�No tenes ganas de sonre�r? Por ah�, �si cant� para vos?"

"�No!" Los acordes de Dana eran pasables, pero su voz no era la adecuada para cantar.

Lo hab�a dicho tan r�pido que ambos rieron. "Por ah� deber�a contarte una historia," dijo. "Pero desafortunadamente, conoces todas mis historias." Y todos los secretos que alguna vez fui capaz de decir a un humano verdadero.

Mene� su cabeza; el lo sabia. La mayor�a de las personas en la Tierra sabia al menos algo sobre los or�genes de Dana (la �nica descendiente de una pareja humano/zentraedi. Luego sus padres se fueron en la expedici�n del SDF-3.

Bowie le sonr�o a Dana y ella se la devolvi�. Ambos ten�an dieciocho a�os tratando de sobrellevar el negocio de la guerra.

"Bowie," dijo ella gentilmente, "hay mas cosas para la vida militar que solo maniobras. Puedes hacer mas cosas. Yo te ayudare; ya veras". Ella algunas veces pensaba secretamente que Bowie deber�a haber deseado heredar el gran tama�o y la fortaleza de su padre, Vince Grant, en vez de su compacto cuerpo y buena apariencia de su madre, Jean. Bowie era apenas un poco mas peque�o que Dana, por lo tanto el era feroz cuando tenia que serlo.

Larg� un largo suspiro, luego encontr� la mirada de Dana y mene� su cabeza lentamente. Justo en ese momento las descomunales alarmas comenzaron a sonar.

Enviaron un fr�o chillido a trav�s de ambos. Sab�an que ni un loco como el Comandante Supremo Leonard elegir�a esta tarde para una practica. EL GTU tenia mucho en juego.

Pero la alternativa, era tan desagradable que Dana no quiso pensar sobre eso. Pero por el momento, ella y Bowie hab�an jurado y ahora eran miembros de las fuerzas armadas, y la llamada a la batalla hab�a sido sonada.

Dana miro a Bowie; su cara registraba su consternaci�n. "�Alerta roja! �Somos nosotros! �Vamos, s�gueme!"

Hab�a pasado por tantas practicas y ejercicios a trav�s de los a�os que ya era algo natural para el. Salieron disparados hacia la puerta, sabiendo exactamente donde deb�an ir, que deb�an hacer, y estaban perfectamente capacitados para hacerlo.

Pero ahora, por primera vez, sent�an un real y helado miedo que no era parecido al que sent�an cuando realizaban alguna prueba. En el corredor, Dana y Bowie corr�an desesperados junto con otros graduados. Bolsos de viaje y bolsos B-4 estaban esparcidos en los cuartos que ve�an al pasar por sus puertas, ropa y objetos personales desparramados por todos lados; la mayor�a de los graduados hab�an estado empacando para pasar algunos d�as en casa.

Dana y Bowie estaban corriendo junto con una docena de graduados, sus cincuenta, luego m�s de la mitad de los de su clase. Hombres y mujeres surg�an de otras barracas, corriendo a sus lugares pre seleccionados. Justo como un ejercicio.

Pero Dana pod�a sentirlo, olerlo en el aire, y recogerlo a trav�s de sus receptores de la piel: de repente afuera hab�a algo que deb�a ser temido. Los d�as de cadetes de fingir la guerra se hab�an ido para siempre.

De repente, en�rgicamente, Dana sinti� un profundo miedo como si algo que se estuviera retorciendo dentro de ella. Y sin advertencia alguna entendi� exactamente como se sent�a Bowie.

Los j�venes guerreros Robotech (ninguno mayor de diecinueve, algunos diecis�is) sal�an de sus barracas y se formaron para sus deberes.

Traducido por Guillermo Fallas
www.robotech.org.ar

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